miércoles, 17 de octubre de 2012

Conociendo a Sara II

 
 Mide 1,75 y todavía sigue padeciendo ese complejo de persona demasiado alta que se inició en su adolescencia, cuando sacaba una cabeza a las demás niñas y a algunos niños…
Es delgada y desgarbada. Su postura corporal parece querer restar centímetros a la longitud de su espalda encorvando los hombros y agachando la cabeza, lo que le otorga un aire de inmensa fragilidad. Parece que le pesara la vida…
Tez morena. Sus ojos, entre verdes y castaños, no son excesivamente grandes pero lo parecen porque siempre están abiertos de par en par ante cuanto le rodea. Son la expresión máxima de su curiosidad innata.
El rostro anguloso revela las, ya más que evidentes, líneas de expresión.
Nariz recta. Labios finos.
Su sonrisa perpetua de persona tímida se cierra ocultando una hilera de dientes bastante regulares.
Cuando cumplió los cuarenta años, hace ahora casi dos, cambió su eterna melena castaña por un corte de pelo radical, casi a trasquilones, que le confiere un atractivo aspecto entre sexy y aniñado y resalta su largo cuello moreno.
Jamás se pone tacones. Cuestión de altura. Le encantan las sandalias planas y las botas cómodas.
Se viste como si en vez de resaltar su cuerpo quisiera apartar la atención de él trasladándola a la ropa que elige.Le entusiasman los estampados de vivos colores, los bombachos, las túnicas. En realidad le gustan las prendas étnicas que desprendan ese exotismo que ella tanto anhela. Adora el tacto de la seda y el terciopelo sobre la piel.
No sale de casa sin pintarse la raya de los ojos y aplicarse brillo en los labios. Cuando cree que la ocasión lo requiere, incide especialmente en la mirada, y maquilla sus expresivos ojos con una dramática sombra ahumada.
Se perfuma a diario, justo después de vestirse, con una fragancia floral en la que predomina sutilmente el jazmín, su aroma favorito.
Le fascina la bisutería llamativa. Recargadas piezas de plata y piedras semipreciosas cuelgan de su cuello, adornan sus orejas, rodean sus larguísimos dedos…
Su aspecto externo depende de su estado anímico, y según el día, pasa de extravagante a recatada.
Es por todo esto que Sara desprende un halo de fragilidad y exotismo a partes iguales…

4 comentarios:

  1. La cigarra y la hormiga18 de octubre de 2012, 11:33

    De vez en cuando se encuentran perlas ocultas. Sigue así.

    ResponderEliminar
  2. Me gusta lo que haces, entretiene, incita a esperar la próxima entrada,sin crear una obligación.
    Lo dicho me gustas.
    tu sombra

    ResponderEliminar