“Planee su día, pero deje siempre un
espacio para cualquier imprevisto, consciente de que no todo depende
de usted”
(Instituto Francés de la Ansiedad y el
Estrés)
Ahí está Elena. A ver qué opina ella
de todo esto que no me permite pensar en otra cosa.
Tomo asiento y le lanzo una mirada
interrogante. No parece darse por aludida.
-¿No has leído el mail que nos ha
enviado Irene?- le pregunto.
- La verdad es que hoy no he tenido
ocasión de abrir el correo- responde con tranquilidad- ¿nos ha
mandado un e-mail?-
Es cierto. Elena tiene un móvil de los antiguos. Cada día reitera su determinación de agenciarse uno con Internet, pero siempre acaba por posponerlo... hasta hoy.
Saco mi teléfono del interior del
bolso. Correo. Entrada... aquí está. Lo abro y le alcanzo el móvil
a Elena.
Me acerco a la barra y, mientras, voy
reproduciendo en mi cabeza el contenido del mensaje de Irene.
Lo he leído varias veces, por lo tanto
intento sincronizar el texto de mis recuerdos con el que va entrando
de los ojos de Elena directo hacia su mente para interiorizarlo al mismo
tiempo.Hola chicas,
Es muy difícil para mí escribir este
mail. No obstante pienso que es la mejor manera de contaros mi nueva
situación. Espero que vosotras también lo creáis así o, por lo
menos, sepáis comprenderme.
Después de un tiempo sopesándolo,
Ángel y yo hemos resuelto separarnos.
Aunque os sorprenda, ha sido una
decisión meditada, consensuada y civilizada.
Ambos creemos que es absurdo tratar de
arreglar algo que no está roto, pero sin embargo ya no nos sirve.
Así que hemos decidido dejarlo a tiempo, antes de que todo se
deteriore.
Queremos hacerlo de forma que resulte
lo menos traumática posible para Iñigo.
Ángel se marchó de casa hace dos días, pero el niño no lo sabe porque está desde hace tres con mis padres, con la excusa de que vamos a pintar su habitación.
Pensamos que debemos ponernos de acuerdo sobre cómo contárselo antes de hacerlo. Después de todo tiene siete años, suficientes para entender, pero no tanto para afrontar con madurez. Por lo tanto hemos decidido acudir a un psicólogo, para que nos ayude a encararlo.
He pedido permiso en la oficina y
durante una semana he aparcado mi vida: el trabajo, el niño,
vosotras, el spinning... y me he metido de lleno en un trajín de
papeleos, abogados y psicólogos.
Supongo que comprenderéis que de
momento no me apetece hablar más del tema. He dado ya demasiadas
explicaciones y ya está todo dicho.
No os preocupéis por mí. Me encuentro
bien, tranquila y volveré pronto.
Os llamaré en cuanto esté de nuevo
operativa.
Un beso,
Irene.
Elena ya ha terminado, lo demuestra su expresión de incredulidad. Coloca con cuidado el móvil sobre la mesa.
-¡Qué mal!- expone como todo
comentario, y esa escueta valoración me conmueve. Porque yo también
estoy mal. Porque me siento absurdamente culpable. Parece que al
descubrir lo que pasaba abrí desde la distancia una caja de Pandora
en la que no queda ni tan siquiera la Esperanza.
Porque esto no debería haber ocurrido.
Todavía no habíamos decidido qué hacer con lo que sabemos y ya no
importa... o sí importa y seguimos sin decidirnos.
- Yo también me siento fatal-
corroboro- parece como si le hubiera fallado, no sé... Sin embargo
el tono del mail de Irene es bastante neutro, parece que está bien,
¿no crees?-
-No lo sé- responde Elena- ¿Recuerdas
cuando fuimos a gritar?, ¿recuerdas la cantidad de rabia que se
ocultaba tras la aparente calma de Irene?-
Asiento con la cabeza. Elena tiene
razón. ¿Quién sabe las tormentas emocionales que esconderá el
tono civilizado de este mail?
¡Qué intriga! ¿por qué se separa Irene? Tengo ganas de saber lo que pasa.
ResponderEliminar¿Se ha enterado y ha echado a su marido de casa? ¿o ya estaban separados cuando Sara vio al marido? Igual viene de antiguo.
ResponderEliminarLo que está claro es que si Irene lo sabe no tiene ninguna intención de contarlo. Es lo que tiene vivir en una película.
ResponderEliminarYo creo que no lo sabía. Cuando su marido le dijo que tenía que hablar con ella, ella pensaba que era algo de trabajo. No sé si ahora lo sabe, pero creo que antes no.
ResponderEliminarMuchas gracias por compartir vuestros pensamientos y deducciones aquí.Dentro de poco se sabrá qué pasa con el matrimonio de Irene.
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