Le encanta:
-Jugar con su hijo.
-Recibir masajes en los pies.
-El chocolate.
-Leer novelas de amor en la cama.
-Las películas de humor absurdo.
-Beber cerveza con su marido.
-Andar descalza.
-Hablar con la gente.
-Despertarse a las dos de la mañana y
comprobar que todavía quedan horas de sueño.
-Nadar desnuda.
-El sonido de sus propias carcajadas.
-Practicar la danza del vientre.
-Tumbarse en la hierba.
-El olor a ralladura de limón.
-Los abrazos.
-Oir de boca de su madre historias de cuando era niña.
-El sexo divertido a la hora de la
siesta.
-Chupar la tapa de los yogures.
-Salir a bailar con sus amigas.
-Gritarle al eco.
-Sentirse ridícula de vez en cuando.
-Sumergirse en un jacuzzi.
-Rebañar el cuenco después de hacer
la masa para el bizcocho.
-Vivir el momento.
-Ponerse unos calcetines cuando empieza
a refrescar.
Le perturba:
-Las normas inflexibles.
Que bonito es que a alguien le guste el sonido de su risa. Seguramente lo oirá a menudo.
ResponderEliminarEs bonito, sí. Por el propio sonido y por lo que representa.
EliminarSentirse ridícula de vez en cuando... ¡qué alegría!
ResponderEliminarSí, puede resultar alegre comprobar que el ridículo también termina por pasar y no ocurre nada.
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